(English version under the pictures)

Tras un mes de estancia en un pequeño pueblo llamado Ciudad Dario, situado al Norte de Nicaragua queremos contarles algunas de las cosas que hemos estado haciendo y viviendo en estos días.
Los primeros días como os podéis imaginar fueron muy movidos y nos costó un poco adaptarnos… pero finalmente llegamos a la sala de Terapia Ocupacional (foto). Pasamos dos semanas enteras evaluando y planificando la que sería nuestra intervención. (foto 1)
Nos ha llamado mucho la atención la inaccesibilidad de algunos caminos para llegar a las viviendas. Esto, a veces les dificulta mucho el poder llegar a centros en los que recibir tratamiento. Pero aun así sacan la fuerza y encuentran las maneras de poder llegar a estos lugares. (foto 2)
Por ello dos días por semana nos desplazamos a las comunidades, acompañando al fisioterapeuta y la psicóloga, para poder trabajar también con los niños y las niñas con discapacidad que viven en la zona rural. (foto 3 y 4)
Los otros tres días de la semana estamos en la sala de Terapia Ocupacional atendiendo a niños, niñas jóvenes y personas adultas con distintas discapacidades. En las tardes trabajamos en grupo y por las mañanas trabajamos de forma individual. Nuestro objetivo con todas ellas es promover la máxima autonomía posible en sus hogares y en su entorno más cercano.
Con los grupos trabajamos actividades más especificas aplicadas a la vida diaria, tanto actividades básicas como instrumentales. En las sesiones individuales trabajamos todas las habilidades y destrezas necesarias para posteriormente poder adquirir las actividades de la vida diaria (foto 5).
Tenemos la suerte de contar con dos fisioterapeutas, Eduardo y Magalí, que nos están acompañando y apoyando desde el primer día que llegamos. Además trabajamos conjuntamente para poder desarrollar lo mejor posible nuestras intervenciones.

Estamos muy agradecidas por todas las experiencias que estamos viviendo, la confianza de todas las familias y todos los aprendizajes que nos están brindando diariamente.

After a month in Ciudad Dario, a town located in the North of Nicaragua, we would like to tell you few things that we have been doing and living in that period.

The first days, as you can imagine, we were very busy and it took us time to be adapted into the new country… and, finally, we arrived at the Occupational Therapy clinic. We spent two weeks evaluating and planning how our intervention was going to be. (image 1)

We have been surprised by the inaccessibility of some of the roads that we used to reach some houses. Sometimes they make very difficult for them to go to the town center where they can receive the proper treatment. But no obstacle is enough for them and they find strength to reach these places. (image 2)

For this reason, twice a week we moved to the rural area, with the psychologist and the physiotherapist, to work with the children with disabilities who live there. (images 3 and 4)

The other three days of the week we were in the Occupational Therapy clinic tending to children, young people and adults with different disabilities. In the afternoons we worked in groups and in the mornings we worked individually with the patients. Our goal with all of them was to promote the maximum autonomy at home and in their closest environment.

When we work in groups, we practice specific activities applied to daily living, basic and instrumental activities. In the individual sessions we work all the skills and abilities necessary for an independent life. (image 5)

We are glad to have two experienced physiotherapists, Eduardo and Magalí, who have been accompanying and supporting us since the first day we arrived. We also worked together to develop our interventions so we have the best results with our patients.

We are so grateful of all the experiences we are living, grateful to all the trustworthy families that worked with us and grateful of all the knowledge that they gave us every day of that month.